domingo, 15 de mayo de 2016

ciudadano

No son tiempos para la lírica. Sí para la vulgaridad. Yo soy el rey, apártate a mi paso, yo soy el rey. Lacayos todos, mostradme respeto, atendedme y no rechistéis. El mundo es mío, no hago colas, hablo alto, espero el aplauso, yo soy el rey.

Pago mis impuestos, luego tengo esclavos. Reclamo, exijo y mando a la mierda. Joder, que yo soy el rey y vosotros mis lacayos. Pleitesía, eso es lo que me corresponde; derecho de pernada también. Me follaré a vuestras mujeres, a vuestros hombres; me lo follaré todo ya que yo soy el rey.

No son tiempos para la lírica. Sí para el egoísmo y la necedad. He nacido para que me besen el culo, se aparten a mi paso y me dediquen su mejor sonrisa. Yo soy el rey, carajo. Levanto tronos allá donde voy, nombro caballeros y degrado a mi antojo porque yo soy el rey. Pago mis impuestos, trabajas para mí; ¡ entérate ¡. Soy cruel, soy imbécil, ten cuidado conmigo y trátame bien porque si no te partiré la cara, ¿acaso no pago mis impuestos?. Por eso vives, por mí.

Salta, grita, llora … Yo soy el rey.

No hay comentarios:

Publicar un comentario