lunes, 23 de mayo de 2016

Armarios pasados

El camino es incierto y nebuloso. Las ideas apenas se vislumbran en la profundidad, esquivas a la conciencia y obstinadamente presentes. Pero todo ha de moverse si se quiere recorrer la distancia que nos separa de ese que no somos. Peregrino de uno mismo, actuamos como abogado, sentenciamos como juez y tal vez ejecutemos como verdugo. ¿De verdad quieres recorrer ese camino?.

Liberamos demonios cubiertos de culpabilidad y vergüenza. Implacables desgarraran  nuestra conciencia quemándola en cal viva. Negamos y afirmamos como en una marea de acusaciones, a las que asistios asustados de descubrir nuestro propio armario. ¡ Cuántas viejas cuentas por afrontar ¡.

Duele ser quien eres, y sin embargo esa es la ruta a seguir. No hay puentes ni atajos que aligeren la sinceridad y alivien la verdad. Sí, recorremos el camino exhaustos de tanta miseria en la certeza de nuestro encuentro, orgullosos de nuestra carga, capaces de absorberlo todo y no volver a vivirlo. Es nuestra fortaleza. Somos.

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